Un pied-noir à Cordoue

Cuando la madre de mi amiga Michéle visitó Córdoba, creo que era en 2003, le sorprendió contemplar una avenida llena de palmeras pues le recordaba los paisajes de su Argelia natal. Mi amiga Michele, casi una hermana, que es una asídua visitante de esta ciudad es también pied-noir y guarda unos recuerdos terribles de la guerra de Argelia que marcó su infancia. Pero hoy quiero hablar de paz, comienzan mis vacaciones, y quiero recordar a un ilustre historiador orientalista también nacido en la colonia francesa.Me refiero a Evariste Lévi-Provençal (1894-1956), estudioso del arte hispanomusulmán y de la mezquita cordobesa.Pues bien, en mis pesquisas de archivos, he encontrado en el Histórico Provincial, dentro de la correspondencia de Enrique Romero de Torres, esta carta del subsecretario del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, fechada el 3 de marzo de 1924."Sr.Don Enrique Romero de Torres.Mi querido y buen amigo.Agradecerá a Ud. muy sincéramente tenga la bondad de atender en cuanto esté a su alcance al dador de la presente carta, M.E. Lévi-Provençal, dignísimo e ilustre miembro del Instituto de Altos Estudios Marroquíes de Rabat, que está realizando un viaje por nuestra patria.Anticipándole gracias, recibe un afectuoso abrazo de su buen amigo.Javier García de Leaniz".Como no podía ser de otra manera, el gran historiador francés , máximo especialista en el arte de Al Ándalus, vino a Córdoba a conocer in situ nuestros monumentos y se buscó el mejor guía posible. Me gustaría que mi amiga Michéle Darmon también me considerara el mejor guía en esta ciudad, que aunque no es la mía, es en la que vivo y trabajo.Ricardo Molina dice que hay que conquistar a Córdoba como se conquista a una mujer, yo no he sabido hacerlo y lo malo es que ya me he enamorado un poco de ella.

Sayonara

Esta bonita palabra japonesa viene a significar algo así como un adiós tajante, una despedida final.En el caso de Antonio Jaén Morente viene bien usarla, pues él nunca pudo ir al Japón.En 1938, siendo cónsul en Manila, intentó dar unas conferencias en Osaka y Tokyo para explicar el punto de vista del Gobiernno de la II República Española ante la Guerra Civil; pero el general Jordana, responsable de asuntos Exteriores de los franquistas movió sus hilos para evitar que "el agente rojo"(sic) Jaén Morente hiciese el viaje. Luego, él no quiso quedarse de profesor en Filipinas pues temía la invasión nipona y en 1939, cuando iba camino del exilio, se negó a bajarse del barco cuando éste hizo escala en ese archipiélago. Ahora, gracias a un hispanista de buen corazón, el profesor Watanabe, mi libro sobre el historiador y político cordobés ha sido reseñado en una revista japonesa y por fin se produce este encuentro evitado. Además uno de los biznietos de Don Antonio, vive hoy en ese confín del Pacífico y seguro que se alegrará de saber que su abuelo es allí valorado como se merece.

El pintor de Córdoba

Siempre he admirado la obra de Julio Romero de Torres, por eso me ilusionó encontrar esta noticia documental en el Archivo Municipal cordobés, cuando estaba buscando datos sobre Antonio Jaén Morente, su gran amigo y primer presidente del Patronato del Museo que la II República le dedicó en su ciudad natal. El 6 de Abril de 1936, se leyó en la sesión plenaria del concejo un oficio del Patronato del Museo Provincial de Bellas Artes, solicitando que se le entregue en depósito con destino al Museo Julio Romero de Torres los cuadros originales de dicho autor denominados "Andalucía" y "Ángeles y Fuensanta" que son de propiedad del Excmo Ayuntamiento y que se hallan expuestos a los riesgos de un incendio en el lugar donde están colocados en estas Casas consistoriales a más de los perjuicios materiales del humo y de la calefacción. Los informes evacuados reglamentariamente por la Comisión de Gobernación y por el Señor Arquitecto Municipal son favorables a la entrega en calidad de depósito de dichas obras pictóricas, proponiéndose por los miembros de la citada Comisión que previas las formalidades señaladas en su dictamen por el referido funcionario municipal se entregue al Patronato del Museo Provincial  los dos cuadros del gran pintor cordobés y que en los marcos de los mismos se coloquen las correspondientes placas haciendo constar que son de propiedad del Municipio. La Comisión Gestora (del Frente Popular) aprobó los precedentes informes quedando enterado con suma complacencia del ofrecimiento hecho por el hijo del malogrado artista Julio Romero de Torres de

 donar unas reproducciones de los repetidos cuadros para que ocupen el lugar donde aquellos se encuentran.
        Ah! La foto es del verano de 1930 y muestra a Magdalena Jaén con las hijas del pintor en un lugar indeterminado de la sierra cordobesa.

Un hogar para la historia de España

Una nueva sorpresa.En 1959, Antonio Jaén Morente publica un librito tiulado "Un hogar para la historia de España" en la libreria Lehmann de San José de Costa Rica, ampliando un artículo de prensa aparecido el 8 de junio de 1958 en "Diario de Costa Rica".El objetivo es un viejo sueño, que data desde que en 1929 el Ministerio de Instrucción Pública premió y publicó su "Historia de América", e incluso de antes, de su colaboración con la Exposición Iberoamericana de Sevilla.Luego don Antonio vivió en América, primero en 1933 como Ministro Plenipotenciario de España en Lima, después en 1939 como un exiliado republicano, especializándose en el estudio del arte hispanocolonial.El objetivo era crear una Cátedra o Universidad dedicada a los estudios hispánicos.Para ponerla en marcha. sueña con un edificio histórico, que tenga un claustro de doble piso donde ubicar una biblioteca, un auditorium, un museo, un archivo para cada república americana y la cátedra propiamente dicha.Un claustro que sea mezcla de estilos y de culturas: Oriental (musulmana y judía), occidental cristiana, precolomnbina;mestizaje del indio y del europeo, huyendo siempre de cualquier resabio colonialista.No pudo materializar este bello sueño, pero a su muerte sí que se creó en Costa Rica la cátedra Jaén Morente, también de vida efímera pues no pasó de un curso sobre la pintura de Zurbarán en 1965.

Legajos

Del que sin duda alguna fue riquísimo conjunto documental medieval de Andújar, mi ciudad natal, apenas si quedan cuatro documentos. Este año he tenido ocasión de volver a verlos en la exposición archivística que se ha celebrado en el Palacio de los Niños de Don Gome.Cuando yo entré como concejal, allá por 1983, estaban adornando las paredes del Salón de Plenos del ayuntamiento de mi pueblo y en un evidente estado de deterioro.Una de mis primeras tareas como responsable de Cultura fue conseguir su restauración en Madrid a cargo del Ministerio de Cultura.Coincidía que el entonces alcalde de Andújar, Pedro Calero, tenía que realizar un viaje a la capital del Reino y aproveché el mismo para encargarle al bueno de Zambrana, chofer municipal, que se encargara él de transportarlos con esta ocasión.Hoy se conservan en perfecto estado como una parte más del Archivo Histórico Municipal.Y cuento todo ésto, pues al ocuparme de un estudio realizado por Antonio Jaén Morente sobre la Colección Vazquez Venegas, realizada a mediados del siglo XVIII por este canónigo cordobés y por encargo del rey Fernando VI, se cita un privilegio concedido a la ciudad de Andújar por el Rey Alfonso X el Sabio en 1254.Debe tratarse del emitido en Toledo el 20 de febrero de 1254 reconociendo la lealtad de los vecinos de Andújar para con Fernando III y extendiendo los límites concejiles de la villa al incoprporarles las aldeas de La Higuera y Villanueva.Este documento creíamos que no se conservaba, aunque aparece citado por Manuel Salcedo Olid en "Panegírico historial de nuestra señora de la Cabeza de sierra Morena" en 1677.Mira por ponde, se encontraba en Córdoba, aunque desconozco su paradero actual.

La ruta de las Córdobas

El 24 de septiembre de 1963, Antonio Jaén escribe desde el exilio costarricense a su sobrino Manolo, dándole cuenta de un proyecto de celebrar una Semana Geográfica dedicada a dar a conocer los nombres que Córdoba ha dado a otras ciudades del mundo, especialmente de América, que se llamán como la ciudad andaluza.Él afirma conocer la Córdoba argentina, la mexicana y una pequeña en Filipinas donde presidió como Cónsul de la II República Española una sesión del Consejo Municipal allá por 1938.Confiesa que se ha quedado con ganas de visitar la Córdoba de Alaska y confía en el Ayuntamiento cordobés para llevar adelante el proyecto; pero ya es un hombre cuya vida se apaga-fallecerá al año siguiente, el 8 de junio de 1964- y se encuentra casi ciego e inválido.No se pudo realizar este sueño.Pero sin embargo, al calor del V Centenario del Descubrimiento de América en 1992, el director de cine cordobés Gerardo Olivares Asbell realizó para RTVE el programa "La ruta de las Córdobas.De Alaska a Tierra del Fuego" visitando con su equipo de colaboradores las 34 Córdobas de América.En 1995 se publicó este libro y una colección de vídeos sobre las diferentes etapas.Una vez más, Antonio Jaén se anticipó a su tiempo.

En Segovia

Antonio Jaén Morente estuvo destinado como Catedrático de Geografía e Historia en el Instituto General y Técnico de Segovia entre 1912-1918 (por unos meses no coincidió con Antonio Machado, aunque ambos fueron declarados profesores indeseables por el claustro del instituto en 1936). Su casa estaba en el nº 17 de la Plaza Mayor y como no era de extrañar en él, se vinculó a mil proyectos culturales, sobre todo desde las páginas de "Castilla" y publicó dos libros en esa ciudad: "Segovia y Enrique IV" y "Retratos de Mujeres" e inacabados otro sobre el Monasterio de El Parral y una guía de Segovia.En 1954, Antonio Jaén volvió a Segovia para intervenir en un curso de Arte hispanocolonial en la academia de San Quirce y reunirse con sus amigos en una comida en el restaurante El abuelo. He estado en Segovia una vez más, he visitado el Archivo Municipal buscando nuevas noticias, Pedraza de la mano de mi buen amigo Mariano Gómez de Caso y como no podía ser menos he comido cochinillo.¿Dónde? En el restaurante El Abuelo, donde por no haber pasado el tiempo su dueño es descendiente de Quevedo y parece que de un momento a otro va a venir su antepasado a compartir contigo el pan y el vino en una eucaristía laica y amistosa. !Campos de Castilla!, soñaré con ellos cuando no los vea.