sábado, 16 de noviembre de 2024

Cristina

En estos días del otoño cordobés, nos visita Cristina, la nieta norteamericana de Antonio Jaén Morente, que viene acompañada de su nieto David. La tierra tira y la reclama, las viejas callejas de la urbe en que nació su abuelo la estaban esperando, las casas encaladas, los patios floreados. Iglesias y mezquitas, sinagogas y conventos, palacios señoriales, huertos y jardines y el agua de las fuentes. Me trae un nuevo libro, la versión en inglés de la "Historia de Córdoba", donde don Antonio quiso captar el alma de esta ciudad que trasciende de su esencia y se hace incorpórea e inmortal.
Es fruto del trabajo paciente de ella con sus hermanas Ángela y Magdela y cada página rezuma sabiduría y mucho amor.

miércoles, 13 de noviembre de 2024

Fernández de Lugo

He tenido ocasión de volver a Sanlúcar de Barrameda, donde transcurrieron quince años de mi vida, diez de ellos compartidos con Ana y nuestros hijos. Aquí seguimos teniendo grandes amigos, antiguos compañeros del instituto, personas conocidas y muchos antiguos alumnos. Me apasiona la historia de esta urbe, pasear por sus calles y plazas, detenerme delante de las casas de los cargadores a Indias, contemplar los viejos escudos. Y como no acercarme al río, al puerto, al pinar, a las salinas. Todo un compendio de una geografía vital, toda una auténtica odisea emocional ir en busca del tiempo perdido. Los sabores del ayer, las noticias de hoy y siempre el aroma del vino. En una iglesia pequeña, más bien una capilla,don Alonso Fernández de Lugo descansa después de tantas aventuras, de luchar contra los guanches y conquistar las islas que dieron en llamar afortunadas.
Todo ello en nombre del rey que tuvo a bien concederle para sí y su descendencia, no un título nobiliario más sino un importante cargo, Adelantado, escrito así con mayúscula que suena mucho más rotundo. Ajolá como dicen allí, encuentre una nueva ocasión para volver a este santo lugar, del que nunca me fui pues mi corazón dejé allí junto a un beso robado y perdido.Y es que siempre he tenido claro que no es posible borrar el pasado.

viernes, 8 de noviembre de 2024

Arde picón en mis venas

El próximo 13 de noviembre, José María Palencia, el gran especialista en pintura cordobesa y sobre todo en la del inmortal Julio, presenta su libro sobre La chiquita piconera. Me gusta escuchar a José María, tiene un hablar pausado y sereno, una mente bien estructurada y una sensibilidad desbordante. Vive en medio de cuadros, rodeado de belleza y eso se refleja en su forma de escribir. No me lo perderé, invito a que vayan a Orive,el misterioso palacio cordobés. La cita es a las siete de una tarde de otoño.

miércoles, 6 de noviembre de 2024

Jaén Morente

En los próximos días, Cristina, una de las nietas norteamericanas de don Antonio, visitará Córdoba y será un placer para mí poderla acompañar en un paseo por las calles de Córdoba, la ciudad natal de su abuelo. Tenemos prevista una visita al IES Luis de Góngora, tan vinculado a la trayectoría del historiador y político. En el archivo del instituto, así como en el espacio vacío de sus aulas, en la bella capilla, en el patio de columnas y paredes encaladas queda el recuerdo de su paso por aquí, primero como alumno y después como profesor.
Pero el documento que reproduzco es de su hermano Manuel, que estuvo tan cerca de él en los años del exilio.

miércoles, 9 de octubre de 2024

Campillo de Arenas

En plena Sierra Mágina, se encuentra esta bella población giennense, mandada crear en 1508 por doña Juana I pero que no se construyó hasta el reinado de Carlos V. Devota de la Virgen de la Cabeza, produce buen aceite y celebra en agosto fiesta de moros y cristianos. Aquí nació en 1895 el abuelo de Ana, mi mujer, Antonio Moreno Galián. Tras sus pasos, en busca de una identidad a veces esquiva,
su nieto Antonio Ángel y yo nos disponemos a ir. Ya veremos lo que da de sí la visita.

lunes, 23 de septiembre de 2024

nadie o algo menos

Con este título, la editorial ovetense Ars poética, acaba de publicar el último poemario de Calixto Torres, poeta sobre todo pero también editor y auténtico motor de la poesía cordobesa, nacido en Fernán Núñez en 1967. Creo que el primer libro de este autor que leí fue "carbón" (2013), donde con plena libertad, dejándose arrastrar por el inmenso dolor que sentía dentro de su cuerpo, expresión de un alma que sufría, nos trasladaba a un episodio de tantos de la Guerra Civil interminable, el apresamiento y posterior fusilamiento de su abuelo, carbonero en el pueblo, violencia cruel, por el unico motivo de haber querido seguir arrendando las tierras de un cortijo ya que la legislación republicana lo amparaba; un microcosmos dentro del macrocosmos de la contienda fratricida. Ahí Calixto ya rompía con su estilo anterior, comenzaba a escarbar dentro de lo que él llama su otro yo, iniciando una trayectoria que daría muchos frutos, pues los poemarios se sucederán sin pausa: "la voz del otro yo"(2016), "el luego de las prisas"(2018) y "vacío" (2020), poemario que surgió de la cotidianeidad del confinamiento por el Covid en 2019, cuando Julián Cañizares, el poeta de "Lugar y esquema", sugirió a dos amigos suyos, Calixto y al autor de esta reseña, que cada uno compusiera un poema cada día y luego se recitaran en común gracias a las redes sociales que permitían una comunicación fluida a pesar de lo imposible de la situación. Pero ahora, Calixto se supera a sí mismo, se le ve maduro en esta nueva línea que ha iniciado, una poesía compleja y difícil; como muy bien le ha dicho otro poeta amigo suyo, una poesía que solo él puede escribir. Poemas sobre loeterno y lo efímero, sobre lo pleno y lo vacuo, el silencio y el ruido, el huecoy lo macizo, la sombra y la luz. ¿Y qué es lo que ha cambiado ahora con respecto a los otros libros citados?Pues que dentro de lo abstracto de las palabras, de lo reflexivas que son, hay un gusto por la sonoridad, por la sensación de belleza buscada en cada una de las vocales y consonantes que utiliza, en cómo se enlazan entre ellas, en cada verso que construye, en cada frase que nos deja. A veces, medio en broma o medio en serio, comento con él y le digo que es un poco "metafísico" y que no logro captarlo. Esta vez no me ha ocurrido así, busqué un momento propicio para la lectura, una tarde reposada de un estío que ya parece derrotado y al que otro año más hemos vencido, y confieso que me vi dentro de esos poemas, los versos me sacaron de mí mismo y me sentí una partícula más de la brisa fresca que bajaba de la sierra. Todos y mucho más, así entendí este "nadie o algo menos". Calixto, ya maduro y consagrado como poeta, nos tiene a buen seguro muchas sorpresas preparadas. Este mismo año sin ir más lejos, nos ofreció "El espejo del tiempo", una selección de sonetos, romances y otros poemas de su autoría, que ha estado a cargo del poeta y profesor Bartolomé Delgado Cerrillo y que recogía buena parte de su obra anterior. Bellísimos son los poemas navideños que cada año dedica a familiares y amigos, también la denuncia sobre el abandono del palacio ducal de su pueblo, el canto a la luna, esa luna nuestra tan cordobesa, al llanto de su hija que muy pronto será madre,al tañer de las campanas... Vuelvo al libro reseñado, destaco un poema escrito pensando en un amigo, de él entresaco unos versos: "hay quien hace el amor con la mirada, sumergido en un rumor de fantasía" Se refiere a una persona que se enamora a cada instante, que sueña con encuentros furtivos de un cuerpo ansioso de otro cuerpo, que se deja seducir por una forma de hablar o caminar, por un detalle insignificante pero que lo eleva y levanta de su natural estado aletargado. Gracias Calixto por este nuevo libro y hasta la próxima. Manolo Toribio

jueves, 12 de septiembre de 2024

Recreaciones históricas

Hay acontecimientos históricos, sobre todo batallas de las guerras, que nos han dejado tan marcados como para que nos guste revivirlas mediante una fiesta o una recreación. En el Levante español y algunos pueblos de Andalucía Oriental lo vemos con las celebraciones alegres, musicales, joviales e inocentes de moros y cristianos-aunque no del todo tan ingenuas, pues casi siempre se imponen los segundos; también en la teatralización de batallas como en nuestro caso las de la Guerra de la Independencia o la Guerra Civil: Bailén o el Ebro pueden servirnos de ejemplo. Bien está que sólo queden de ellas los recuerdos más amables, pues en el fondo son episodios llenos de crueldad. Los vistosos uniformes, las banderas desplegadas, los cánticos y marchas militares, las manifestaciones tan emotivas de haber logrado por fin la paz o la liberación de un enemigo opresor. Mi amiga Michèle Darmon me manda esta foto que conmemora el fin de la ocupación nazi en un pueblo de la Borgoña,Ladoix Serrigny y le prometo incorporarla a mi blog. Dicho y hecho, ojalá que las guerras de verdad fueran así, como un juego de niños, como un pasatiempo pero lamentablemente no lo son.