miércoles, 29 de agosto de 2012

Au coeur de la France

En Sancerre
Por Manuel Toribio García
                                                     Para Paco e Isabel, que soñaron con este viaje.



    Una de mis películas favoritas es "Dos en la carretera", dirigida en 1967 por Stanley Donen y donde Albert Finney y Audrey Hepburn nos cuentan su relación de pareja a través de sucesivos viajes a Francia. Siempre quise hacer algo parecido y este agosto de 2012 he tenido la ocasión de hacerlo, aunque con la pequeña diferencia, un ligero matiz, de que nosotros eramos 22-eso sí, bien avenidos , con dos generaciones casi al completo de la cordobesa familia Moreno y como jefe de expedición, la única e irrepetible Michéle-.
   Una de las mejores rutas fue la que nos llevó a un lugar emblemático de la vitivinicultura gala. los vinos del Loira. Así el jueves 9 de Agosto llegamos a Sancerre y por fiarnos del GPS lo hicimos por una endiablada carretera departamental, pero mereció la pena pues atravesamos  un inmenso bosque de robles  en los que hacía un fresquito para disfrutar-sobre todo cuando se procede de una geografía infernal como la de nuestra ciudad de residencia.
    De pronto la sorpresa, colinas escarpadas repletas de viñas, un precioso paisaje, donde se alternan los suelos de sílice y de caliza enseñoreados por la uva sauvignon..La primera etapa nos llevó a una bodega de Verdigny, en medio de varios pagos  que los franceses llaman  "lieux-dits" y aquí visitamos unos de los domaines, una bodega enclavada en una inmensa gruta calcárea, donde-pagando quizás un precio muy elevado, pero así son ellos-degustamos los vinos blancos acompañados de un aperitivo a base de queso de cabra.Me llamó la atención el fuerte sabor mineral de uno de los vinos blancos, como si chuparas una piedra, y es que se debe al sílice.
   Luego llegamos a Sancerre y tras un paseo por el pueblo, casi desierto a la hora de la cena que recuérdese que es a las 20 horas, nos dirigimos  al Auberge Joseph Melliot en pleno centro de la villa y propiedad de una de las bodegas más famosas de la zona.Aquí esta vez, pedimos rosado, también de gran calidad y un plato típico a base de una especie de pastel de queso.Pero lo mejor estaba por llegar, tras una difícil búsqueda dimos con el que iba a ser nuestro alojamiento, en una aldea cercana llamada Crezancy:  le
Manoir de Vauvredon, una casa de madera y piedra edificada en el siglo XIII por el señor feudal de  estas tierras como palacio para la caza .Un lugar de ensueño, donde nuestros niños pudieron dormir en una torre gótica a la que se accedía por una empinada escalera de caracol.
   Descansando en una tumbona, en medio de las 3 ha. de bosque de la propiedad y contemplando un cielo estrellado, pude tener uno de esos pequeños instantes de felicidad que hacen que la vida sea tan bella.
   

lunes, 27 de agosto de 2012

Un verano en Francia

Les 50 ans de la loi Malraux
Por Manuel Toribio García

  Este año, las vacaciones han sido especiales, nada menos que 21 miembros de la cordobesa familia Moreno, nos hemos desplazado a Francia acompañados de la entrañable profesora Michele Darmon. A lo largo de diez días hemos visitado Saint Jean de Luz, Sarlat, Lascaux,Amboise,Chenonceau, Sancerre, la Charité sur Loire, Vezelay, Beaune y Dijon.
  En varios de estos lugares nos hemos encontrado con el recuerdo de Malraux, el que fue ministro de Cultura bajo la presidencia de De Gaulle entre 1959-1969.Escritor de prestigio, autor de "La condición humana" y famoso por su intervención en la guerra civil española.
   En Sarlat, en un señorial palacio justo al lado de la catedral , pude visitar la exposición conmemorativa del 50 aniversario de la ley de patrimonio que Malraux consiguió aprobar el 4 de agosto de 1962 destinada a la conservación de las ciudades históricas galas y conocida como la ley de los sectores salvaguardados en su traducción literal, la cual venía a dar una nueva dimensión a la protección y a la puesta en valor del patrimonio, respondiendo a un doble objetivo: patrimonial y urbano. Se trataba de conciliar dos imperativos:"conservar nuestro patrimonio arquitectónico e histórico y mejorar las condiciones de vida y de trabajo de los franceses" en palabras del propio Malraux.
  En 1964, Sarlat se convierte en uno de los primeros en aplicarla junto con Lyon, Avignon,Troyes y el Marais parisino. Comenzó entonces un verdadero renacimiento para la villa, que se vió poco a poco metamorfoseada. No sólo se ha salvado un riquísimo patrimonio, sino que la vida económica y social está dinamizada por la modernización de edificios, de tiendas y de espacios públicos. Doy fe de ello, pues en mi paseo  por sus callejas el pasado 7 de agosto observé la pujanza de la misma con las riadas de turistas que la poblaban, visitaban sus monumentos o se paraban a comprar los productos típicos del Perigord.
   Gracias a Malraux, se cimentó una consolidación de lo genuinamente propio y comprendí como el país vecino es la primera potencia en turismo, sobre todo cultural. La ley también se extiende al urbanismo, considerando que la dinámica de la ciudad debe apoyarse sobre la urbe preexistente y constituyó una sabia respuesta a la rápida degradación de los cascos históricos en la posguerra. Malraux actuó incluso a contracorriente de las ideas urbanísticas del momento, que preconizaban ciudades abiertas con amplias vías de comunicación, numerosos espacios públicos y donde la luminosidad tenía gran importancia. Mientras que los conglomerados constructivos de la ciudad vieja, donde los edificios se superponen sobre pequeñas callejas en la que sólo es posible la circulación peatonal, no gozaban de buena fama y su degradación preconizaba su desaparición.
   La ley proporciona los instrumentos financieros y jurídicos que favorecen la restauración de los elementos arquitectónicos, tanto interiores como exteriores, reforzando la calidad e identidad de estos centros y sus barrios .Con estas medidas, que dejan la planificación urbana bajo el total control estatal y municipal, se logra frenar la especulación y además de conservar, también se ha podido poner en marcha una red de servicios públicos y lograr un cierto equilibrio en las actividades económicas.
  La experiencia vital de Malraux le llevó a ser testigo de grandes acontecimientos históricos.Su anticapitalismo visceral tiene motivaciones personales, pues su padre era un agente de bolsa que se suicidó en el Crack del 29.Su anticolonialismo hunde sus raíces en sus aventuras arqueológicas en Indochina, su antifascismo en la guerra civil española y la guerra mundial...pero luego tuvo que vivir el mayo revolucionario francés que no comprendió bien y supuso el fin de su carrera política pero aunque fuera sólo por esta ley ya merece un lugar de honor en la historia contemporánea de Francia.