viernes, 19 de julio de 2024
El temblor de las palabras
Dedicado más de veinte años al estudio de la vida y la obra de Antonio Jaén Morente, me sobrecojo y emociono con cualquier nuevo hallazgo documental con él relacionado. Poco a poco, hemos ido reconstruyendo su vida. Compulsivo escritor de cartas, sobre todo cuando está en el exilio tras la guerra, no sería mala idea recopilarlas y darlas a conocer en un libro monográfico. Cartas que él escribe con pasión, donde las palabras tiemblan; cartas que espera recibir pues ansía noticias de Córdoba y España, de sus amigos y familia.
Ayer, 18 de julio, vaya fecha, el historiador cordobés Miguel Ángel Peña puso generoso en mis manos viejos papeles de don Antonio y entre ellos dos cartas. La más interesante es la que le remite desde Cuenca en octubre de 1931 su colega Juan Jiménez Cano, catedrático y estudioso del patrimonio artístico y natural, que merecerá un estudio más sosegado.
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Justo ayer acabé de releer la tesis doctoral, la que tan certeramente prologaste. Aparte de la tesis en sí, lo que más me conmueve son las apreciaciones que hace casi entre líneas, en donde puede vislumbrarse la persona, sus ideas y sus anhelos.
ResponderEliminarOjalá puedas sacar a la luz ese epistolario, que debe de ser una verdadera joya.
Que cantidad de intelectuales de categoría condenó el inculto fascismo. Que extraordinaria labor hacen los historiadores. De D. Antonio Jaen tengo una anecdota, los radioaficionados del Radio Club Córdoba tuvimos una sede un tiempo, el Colegio Mayor Universitario en el Gobierno Viejo en Alfonso XII, allí en una covacha amontonados estaban los libros de la Historia de Córdoba y otros, llenos de polvo del tiempo, de años, Boletines de las Cortes y otras publicaciones. Estimamos que un alma caritativa los libro del fuego en la requisa de la guerra y los almacenaron allí. Dimos aviso a la Diputación propietaria del Edificio y ella los puso (suponemos) a buen recaudo.
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