viernes, 13 de julio de 2012

Pacem in terris

Otra iglesia
Por Manuel Toribio

         De mi infancia en Andújar, una de las impresiones que guardo es la del sonido del repicar de las campanas anunciando la muerte del "Papa bueno", Juan XXIII, el 3 de junio de 1963.Ese mismo año, poco antes de su muerte, había promulgado la encíclica PACEM IN TERRRIS con la que la iglesia católica quería aportar su contribución a conseguir la paz mundial, pues se atravesaba una situación delicada con la crisis de los misiles de Cuba que estuvo a punto de transformar la guerra fría en un conflicto total entre las dos superpotencias USA/URSS.
  El nuevo pontífice,Pablo VI, continuaría en este empeño y precísamente quiero presentar de esa época, una serie de documentos que he encontrado en el archivo de mi IES, antiguo Colegio Santa Catalina de Siena (Córdoba), a través de los cuales se nos muestra como desde la escuela-en pleno nacionalcatolicismo- se quería implicar a los escolares y a us familias en estas campañas.En concreto, presento tres documentos:
1.Escrito ,sin fecha, de la Inspección de Enseñanza Primaria, solicitando que en las clases se rezara el Rosario impetrando la Paz según las directrices de la encíclica Christi Matri Rosarii (en una clara demostración de cómo en el franquismo la educación  se ponía al servicio de la iglesia).
2.Escrito, también sin fecha, de la Inspección para el alumnado de los colegios cordobeses asista a una misa en la Catedral ofrecida por la Paz en el mundo.
3.Escrito de la Organización Misional Pontificia pidiendo que las cuestaciones de ese año se conviertan en un Domund por la Paz.
   Este es el contexto de una novela publicada en 1963, titulada "Las sandalias del Pescador" de Morris West y llevada al cine en 1968 por Michael Anderson con la magistral actuación de Anthony Quinn en el papel del Papa Cirilo.
   El personaje central es el obispo ucraniano Kiril Lakota, que es liberado de un campo de concentración en la URSS cuando un hipotético Papa Pío XIII (no confundir con un antipapa de igual nombre que estuvo al frente de la llamada iglesia católica antigua hasta su muerte en 2009) se lo lleva al Vaticano como Cardenal. A la muerte de éste-protagonizado  por un magnífico Jhon Gielgud), Kiril es nombrado Papa.En esos momentos, segun la trama, hay un ambiente prebélico.China sufre una hambruna y está a punto de declarar la guerra a su vecina URSS.El presidente ruso Kamenev, el dirigente chino Peng y el Papa Cirilo se reúnen en una cumbre y acuerdan actuar.A su -vuelta a Roma, el Papa aprovecha una audiencia para anunciar la enajenación de todos los bienes de la iglesia con el objetivo de paliar el hambre en el mundo.
   Lo que ocurre es que todo es mera ficción, cinematográfica y literaria.No hubo una tercera guerra mundial y los conflictos hoy son de otra índole y además el Vaticano actual-sumido en un conservadurismo recalcitrante y entregado a las luchas intestinas-no tiene hoy un gran peso en las relaciones internacionales y además, desde mi punto de vista, el Papado está a años luz del rayo de esperanza que supuso Juan XXIII como aggiornamiento de la Iglesia a traés del Concilio Vaticano II; ni siquiera se puede comparar al Papa actual con el Papa Wojtila, que si tuvo una clara influencia en la ruptura con el comunismo de los países de Europa Oriental, especialmente en su Polonia natal.
   En fin, otros tiempos, otra iglesia....sobre todo para un mal cristiano que un día perdió la fe y no encuentra su lugar, pero ve con agrado a personas de su entorno  que tienen asideros firmes a los que agarrarse.

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