jueves, 25 de octubre de 2012

Otoño en los Venerables

El arte de la amistad:Murillo y Justino de Neve
Por Manuel Toribio García


Un lluvioso día de San Rafael, aprovecho que es fiesta local en Córdoba para visitar la magnífica exposición organizada en Sevilla por la fundación Focus Abengoa en el Hospital de los Venerables sobre la relación entre el pintor Murillo y el canónigo y fundador de esta institución, Justino de Neve. Este último, es un personaje muy interesante de la Sevilla del XVII: sacerdote y canónigo de la catedral, humanista y aficionado al arte siendo un gran coleccionista de pintura; para lo cual disponía de la fortuna heredada de su padre, a la sazón un acaudalado mercader flamenco.


En la Sevilla del Siglo de Oro, una de las pricipales ciudades de la época por su relación con América, se daban muchos contrastes y así junto al fulgor artístico y cultural la urbe mostraba numerosas sombras: la marginalidad reinaba por doquier.Precísamente, para atender a enfermos, méndigos, deshauciados,etc., surge toda una red asistencial de pequeños hospitales mantenidos por la nobleza y la burguesía local.El de los Venerables lo crea Neve para atender a sacérdotes sin medios y a religiosos peregrinos.

En palabras de Bennasar, entre ricos y pobres existiría una complicidad efectiva: los pobres conseguían sobrevivir en el duro día día y los ricos la salvación eterna y el perdón de sus numerosos pecados por mantener estas obras pías.En este caso concreto, Neve no se limitó a lo básico, sino que pidió y costeó a los mejores artistas del momento para embellecer su obra y mostrar así el triunfo del catolicismo a través de la caridad.

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