jueves, 18 de julio de 2013

Portia

Este año, no sé si por no haber sido bueno, me quedo sin vacaciones de verano.Pero al menos he podido realizar un pequeño viaje por Castilla, tierra de pan y vino. En la provincia de Burgos, en un bellísimo pueblo llamado Gumiel de Hizán, he visitado las Bodegas Portia del Grupo Faustino, cuyas instalaciones  son un ejemplo de arquitectura de vanguardia, de diseño industrial avanzado y de refinada ingeniería. El autor no podía ser otro que el británico Norman Foster, que la concibe como una flor con tres pétalos, cada uno con una función concreta: albergar los grandes depósitos de ácero inoxidable para la primera vinificación, embotellado y bodega propiamente dicha para las barricas. El interior es limpio, diáfano, espacioso...un lugar ideal.Pero el punto que más atrajo mi atención es el "templo" donde el vino reposa en las barricas de roble que  te transporta a un lugar sagrado de silencio y meditación.El milagro del vino ha encontrado en Foster su mejor intérprete.

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