domingo, 27 de abril de 2025
Mantón de Manila
Era costumbre de las mujeres andaluzas, allá por el siglo de nuestras abuelas, utilizar una de estas maravillosas prendas cuando, en un día de fiesta u otra fecha señalada, como último complemento de la vestimenta, solían ponérselos rodeando su pecho y cintura, con donaire y garbo. Guapas ya lo eran, pero ellas querían sentirse un poquito más y su coquetería natural encontraba en él su mejor aditamento.Se llaman de Manila pues desde allí se exportaban a España vía México, pero su origen era la China. Los adornos solían ser flores, pájaros, filigranas geométricas o figuritas de niña o mujer, puede que alguna arquitectura, quizás algún esbozo de paisaje.
La materia prima de la que estaban hechas era la seda. Son en sí mismas cada una, auténticas obras no solo de artesania sino de puro arte.
La que aquí les presento perteneció a doña Aurora García Casas,una cordobesa de los pies a la cabeza y abuela de Ana, mi mujer.
Tras una limpieza en una tintotería especializada la vamos a conservar como la pieza estrella del patrimonio familiar.
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