jueves, 29 de marzo de 2012

To Sir, with Love

En el Día del Maestro
Por Manuel Toribio García
   Rebuscando entre los viejos papeles del archivo de mi instituto, he encontrado una noticia que me ha llamado poderosísimante la atención. Se trata del  programa organizado por la Junta Provincial del Servicio Español del Magisterio (pomposo título que esconde al sindicato vertical franquista de los docentes de entonces), que para celebrar la festividad del patrono, San José de Calasanz, en el año 1972, junto con una conferencia sobre el santo a cargo de un docto académico, una cena-baile en el hotel Gran Capitán, un concierto en el Conservatorio y algún que otro acto más;organizó también una sesión de cine con la proyección de "Rebelión en las aulas".
    Esta película, que he tenido la fortuna de poder verla recientemente, es desde mi punto de vista la que mejor refleja la problemática del alumnado disruptivo cuyo  presencia en el centro educativo es un sinvivir y que la obligatoriedad de estar escolarizados hasta los 16 años lo convierte en un problema de difícil solución.Me sorprende por tanto que la censura la dejara pasar y que desde un órgano tan proclive al triunfalismo de la escuela nacionalcatólica franquista se la pusiera como ejemplo.Seguro que dentro del mismo había algún buen aficionado al cine.
     Dirigida en 1967 por James Clavell ( el famoso escritor y director australiano, el mismo de la magnífica "La gran evasión" en la que actúa como secundario  mi idolatrado Steve McQueen)y protagonizada magistralmente, valga la redundancia, por Sidney Poitier, nos cuenta la historia de Mark Thackeray, un ingeniero negro que al quedarse en paro se ve obligado a aceptar un empleo como profesor de un grupo de estudiantes blancos muy conflictivos en un instituto de una barriada de la periferia de Londres.
       Gracias al diálogo, a la firmeza de sus convicciones, a la comprensión que muestra hacia ese grupo de jóvenes, logra poquito a poco cambiar una difícil situación que se le plantea desde el primer día de clase cuando estos jovenzuelos le sabotean sus propuestas didácticas..Al final logra , por lo menos, que el grupo funcione y aunque no obtienen buenos resultados académicos, sin embargo les transmite su ejemplo de hombre de bien y comprometido.No sé si alguno de nosotros, profesores de hoy, logramos algo parecido  pero vaya por delante mi admiración al protegonista de la película y al anónimo maestro, que allá por 1972 tuvo la osadía de programarla, con un cierto carácter anticipatorio a los tiempos que estaban por llegar.

2 comentarios:

  1. Gran película y hermosa historia. Muy lúcida tu reflexión sobre ese alumnado difícil que todos hemos tenido en nuestras aulas. Coincido contigo en que no hay mejor pedagogía que la del ejemplo. Ejemplo acompañado siempre por el respeto y por las "segundas" oportunidades que hay que brindarles a esos jóvenes. No diré que siempre fructifique esa semilla; pero cuando se consigue en algún caso, la emoción y la satisfación son indescriptibles. En esas Sodomas y Gomorras hay más justos de los que parecen.

    Un abrazo, Manolo.

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  2. Fe de erratas: Satisfacción, claro. con cc

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